Estos primeros días de adaptación ya quedaron atrás… y nuestros niños y niñas de 3 años los pasaron como auténticos campeones. Entre juegos y miradas curiosas, comenzaron a descubrir un mundo de colores que poco a poco aprenden a distinguir en sus primeros trabajos.
La infancia es aprender sobre el mundo y sobre uno mismo. Cada color que reconocen les da seguridad, y cada sonrisa les ayuda a seguir adelante.